Comprar deuda. Vender deuda. La
deuda se ha convertido en el principal producto de intercambio entre las
naciones. Exportamos precariedad, exportamos hambruna, exportamos desventura.
¿Quién pujará más alto en la subasta de nuestras lágrimas y nuestras desdichas?
La ley de la oferta y la demanda nos ofrece penuria y nos demanda que sigamos
confiando en las vilezas de los que mandan. Depreciamos la vida. Despreciamos
la vida. La banca desbanca al gobierno: el ejecutivo es un consejo de
accionistas. Los países ejercen de bancos: nos reparten caramelos que luego nos
quitarán de la boca. Bancos que chupan la sangre en vez de donarla. Bancos sin
respaldo para evitar que los ciudadanos apoyen la espalda y descansen. Estamos
condenados a muerte: el mercado marca las horas que nos restan, y nosotros ni
siquiera tenemos relojes de pulsera para saber cuánto tiempo nos queda. La
coartada del recorte. Eufemismos: «recorte de gastos» significa ‘recorte de
derechos’. No nos interesan los intereses financieros. Nos interesa el fin de
las finanzas que finiquitan nuestros sueños. Prima de riesgo. No hay riesgo que
valga. Los apostantes apuestan sobre seguro. Prima el privilegio. Prima el
poder de las primeras potencias. Piden que primen los espasmos de la bolsa quienes,
por norma, se embolsan más dinero. Priman los numeritos de una prima de riesgo
que nos trata como si fuésemos primos.
La familia de Riesgo
El padre de Riesgo advirtió a Riesgo
de que esta vida estaba diseñada para los atrevidos.
La madre de Riesgo le hizo jurar que
no sería un temerario.
Los abuelos de Riesgo le aseguraron
que en sus tiempos también hubo apuestas de secuelas imprevistas.
La hermana de Riesgo le comentó que
ella, por indecisa y pusilánime, no había pasado nunca de las aventurillas.
Con las maletas hechas, los tíos de
Riesgo le pidieron a Riesgo que se lo pensara dos veces antes de emigrar,
recordándole el funesto caso de su hija.
La prima de Riesgo había regresado
llorando del extranjero y sin encontrar trabajo porque allá le habían dicho que
no despertaba ninguna confianza.
Muy bueno, Alberto, te felicito por el blog y por su contenido. Seguiré pasando por aquí.
ResponderEliminarHola Alberto,
ResponderEliminarHa sido un agradeable sorpresa asomarme a este blog necesario, en el que realizas la denuncia social con un sentido de la ironía llleno de creatividad e inteligencia. ¡Enhorabuena y adelante con tus actividades!!
América Latina ha estado siempre subyugada por la "deuda" externa, por la presión desde el FMI. Ahora, algunos países levantan la cabeza gracias a que se atrevieron a enfrentarse al FMI (es decir: a EEUU), y es precisamente cuando nosotros caemos en ese error. Cuando digo FMI, digo también su pareja aliada desde el BCE y el Ecofin, en una Europa que funciona a base de rapiñarse unos países a otros, de nuevo Norte contra Sur pero a otra escala. Y ahora que, en aras de la reducción de la prima de riesgo, se han propulsado todas las formas de expolio imaginables, ¿dónde está el empleo?
ResponderEliminarEnhorabuena Alberto por tu blog literario con indudable compromiso social
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por invitarme a pasear por este magnífico blog, todo un descubrimiento sin ninguna duda y que espero que crezca en número y calidad. Tendré que pasarme a menudo por aquí :)
ResponderEliminarUna propuesta interesante. Unos textos de lo más literarios.
ResponderEliminarSuerte con el libro.
Alberto, tu artículo está cargado de realismo y aderezado con un estilo literario que lo hace más atractivo.
ResponderEliminarEn los tiempos que corren hay mucho que denunciar. Hay mucho por lo que luchar. Sigue por ese sendero. Yo te aplaudo calurosamente.
Un saludo,
((((((((((((¿Es verdaderamente inevitable, imprescindible, tener que superar la barrera del filtro de las letras borrosas, enrevesadas e ilegibles para poder depositar aquí un pequeño comentario en tu blog?)))))))))))))))
Me gusta encontrarme con blogs como este.Enhorabuena y mucha suerte con el libro.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarAlberto, me alegro mucho y por ello te lo agradezco, el que hayas quitado ese obstáculo tedioso y dificultoso que se nos ponía a todos los que intentábamos dejarte un comentario en el blog.
ResponderEliminarEsperemos que sean pocos —o ninguno— los que intenten entrar a comentar con intenciones malsanas.
Un saludo y palante.
Cierto, se ha extendido la especie de que Economía son solo números.
ResponderEliminarEnhorabuena por el post; especialmente, la alusión a los eufemismos, que ya constituyen una lacra.
Enhorabuena por el blog y el libro, inmediatamente lo voy a llevar a mis blogs, Hostal mi loli y al Nido de poetas, espero vendas muchos libros y que te lean mucho. Tienes un sello muy personal y original con gran imaginación, me gusta como escribes, ha sido un placer pasar por aquí. Saludos.
ResponderEliminar"Nos interesa el fin de las finanzas que finiquitan nuestros sueños"
ResponderEliminarMe quedo con ésto que me ha encantado.
Abrazos luchadores.
"Nos interesa el fin de las finanzas que finiquitan nuestros sueños"
ResponderEliminarMe quedo con ésto que me ha encantado.
Abrazos luchadores.